Desarrolla una autoestima saludable
Desarrolla una autoestima saludable
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La autoestima, es decir, la valoración o percepción de uno mismo, puede ser la clave de que muchas personas logren alcanzar sus objetivos. Se necesita una autoestima saludable para que nos atrevamos a realizar cosas nuevas, a salirnos de nuestra zona de confort, de equivocarnos y volver a recuperarnos, etc., Sabemos que la autoestima de un individuo se va formando desde muy temprana edad, pero también sabemos que la autoestima no se mantiene fija, es decir, en ocasiones nos sentimos muy seguros de nosotros mismos, y en otras ocasiones, perdemos un poco esa confianza.
Desarrollar una autoestima saludable puede ayudarnos a vivir una vida más plena y satisfactoria. A continuación te compartimos unos consejos que te llevarán a tener una autoestima saludable.
- No te compares con los demás. Cada ser humano es único, con vivencias y experiencias completamente distintas. ¿Por qué compararse con los demás? Posiblemente cuando eras niño tus padres, por falta de conocimiento, comenzaron a compararte con tus hermanos o primos, pero ahora como adulto, te corresponde aprender a no compararte con los demás, y también si tienes hijos, no compararlos con otros. Es un pensamiento y conducta que debes de desarrollar, reaprender. Cuando te descubras comparándote con alguien más, deténte y recuerda que tanto tu como esa persona con la que te estás comparado es única y la comparación no tiene cabida.
- Se agradecido. Agradece lo que tienes, agradece a los demás, a la vida y a ti mismo. El ser agradecimos nos ayuda a ver lo que tenemos y no lo que nos hace falta.
- Aprende a apreciar los pequeños logros. No esperes ganar un campeonato para sentirte feliz con tus logros. Felicítate por cada paso que te acerque a tu meta, por pequeño que este sea. Posiblemente tu objetivo sea correr un maratón, eso puede llevarte un año o más, pero si cada día te felicitas por correr ese kilómetro, o simplemente levantarte, te darás cuenta que te sentirás más satisfecho y motivado.
- Cambia el diálogo interno. Trátate como si fueras tu mejor amigo, por que lo eres. Estoy seguro que a tu mejor amigo no lo dirías todas esas palabras que te dices cuando las cosas no salen como tu esperas. Presta atención a tu diálogo interior y cámbialo.
- Ve los errores o fallas de manera distinta. Si aprendes a calificar tus «errores» de manera distinta, es decir, a verlos como oportunidades de crecimiento, comenzarás a atreverte a realizar cosas nuevas y diferentes. Esto se logra obteniendo el máximo aprendizaje de algo.
Recuerda que en nosotros está el poder de cambiar ese diálogo interno y de comenzar a llevar una vida más plena y satisfactoria. Reconócete como un ser único y especial.
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