¿El estrés engorda?
¿El estrés engorda?
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Un nivel moderado de estrés te puede mantener activo, enfocado y productivo. También, el estrés producido por un evento peligroso podría salvar tu vida ya que las hormonas que se liberan te permiten usar más energía en tus músculos y tomar decisiones muy rápidas.
Sin embargo, si el estrés es algo que está presente durante todo tu día y todos los días, el efecto puede ser muy negativo en tu salud, incluyendo una propensión a acumular grasa. Te explicaremos cómo funciona.
Las principales hormonas del estrés, la adrenalina y el cortisol, tienen funciones muy específicas. La adrenalina acelera tu pulso y lleva más sangre a los músculos para que tengan disponible más oxígeno y energía. Tu respiración se acelera para permitir una mejor oxigenación.
El cortisol es una hormona que se secreta en las mañanas para ayudarte a despertar. Tiene funciones importantes en la regulación de glucosa en la sangre. No obstante, su efecto prolongado puede llevar a la descomposición del tejido muscular. Recuerda que el músculo es un tejido muy costoso metabólicamente hablando. Si tu cuerpo secreta cortisol está contribuyendo a deshacerse de la masa muscular para cumplir funciones más urgentes.
En pocas palabras: el estrés momentáneo puede salvarte y el estrés crónico te hará mucho daño. Te daremos algunas recomendaciones que te ayudarán a reducir tus niveles de estrés y evitar dos factores del estrés a largo plazo te hagan acumular grasa en exceso.
Recomendaciones para reducir el estrés crónico:
- Reconoce que un poco de estrés no es malo (esto irónicamente reducirá tus niveles de estrés crónico).
- Duerme en un horario regular en una habitación silenciosa, oscura y con baja temperatura
- Evita alimentos que contengan azúcar en exceso y comidas abundantes (realiza cinco o más comidas pequeñas al día)
- Procura darle a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita con una alimentación variada basada en verduras, frutas, nueces y proteína.
- Haz del ejercicio físico parte de tu rutina diaria. Entrena con intensidad, pero descansa al menos un día a la semana.
- Haz todos los días algo que disfrutes mucho.
- Ten contacto frecuente con tu familia y con amigos.
El estrés crónico puede llevarte a conductas compulsivas como comer en exceso o elegir mal tus alimentos. Una persona sometida a mucho estrés buscará satisfactores instantáneos sobre los que tiene control. Por eso es que muchas personas que sufren de ansiedad se refugian en la comida, porque es algo que es premiado por el sistema de recompensa del cerebro y es fácil.
Cuando sientes ansiedad es común preferir alimentos con alto contenido calórico o muy azucarados, ya que son los que producen más placer, para muchas personas. Tu cuerpo está tratando de almacenar energía ante una situación que podría poner en riesgo tu vida.
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