Los 5 peores mitos sobre la pérdida de grasa
Hacer muchas repeticiones te ayudará a tonificar los músculos.
Mito. Aquí se están confundiendo dos conceptos. Para que los músculos sean visibles y tu cuerpo se sienta «duro» lo que se necesita es deshacerse de la grasa subcutánea (la que está bajo la piel) en exceso. Esto no se logra con el ejercicio físico, aunque ayuda, sino con una dieta saludable que tenga un déficit calórico ligero.
Para que los músculos crezcan es necesario estimularlos aumentando las cargas (el peso) progresivamente. Lo anterior, junto con un descanso adecuado y una alimentación suficiente provocará la respuesta adaptativa que hace crecer el músculo.
Si no comes cada tres horas vas a perder músculo.
Mito. Nuestro cuerpo es muy eficiente usando la energía que consumimos y que almacenamos. No tiene sentido almacenar miles de calorías como reservas en forma de grasa corporal que son fácilmente utilizables cuando la insulina es baja, y usar en cambio los músculos. Simplemente no tiene sentido.
Estudios científicos han comprobado que el cuerpo, cuando no recibe alimento comienza a usar las reservas de grasa. La pérdida muscular se presenta muchos días después.
«Sudar te hace perder grasa».
Mito. La grasa no se pierde por medio del sudor. El sudor sirve para enfirar nuestra piel y nuestros músculos. Al evaporarse el sudor (que es básicamente agua), lo que perdemos es agua que recuperaremos a los pocos minutos de tomarla.
La grasa se pierde al producirse reacciones metabólicas que resultan en la producción de calor, movimiento y agua y bióxido de carbono.
Sudar, aumentando artificialmente la temperatura de nuestro cuerpo, sólo nos hará.
«Si comes grasa en tu comida se va a almacenar como grasa en el cuerpo».
Mito. Nuestro cuerpo requiere tres tipos de nutrientes principalmente: carbohidratos, que nos dan energía; proteína, que aporta los aminoácidos necesarios para reconstruir los tejidos de todo el cuerpo y grasas, que aportan energía, nos ayudan a sentirnos satisfechos y contribuyen a la dieta con moléculas que nos ayudan a regular nuestra producción de hormonas.
Estos tres macronutrientes son indispensables para llevar una dieta saludable. Eliminar uno de los tres macronutrientes traería consigo muchos problemas de salud y resultaría difícil de sostener durante mucho tiempo.