Quema más calorías con una buena sesión de cardio
Quema más calorías con una buena sesión de cardio
En primer lugar definamos a qué llamamos cardio. Cardio es el tipo de ejercicio que, principalmente, provoca que tu cuerpo necesite de forma inmediata más oxígeno y energía en las células musculares.
Típicamente encontrarás este tipo de ejercicio cuando corres o usas una bicicleta estática. Se distingue claramente ejercicio por la respuesta del cuerpo: aumento notorio del ritmo cardiaco y de la respiración.
Tiene lógica, tu cuerpo está tratando de llevar más oxígeno y glucosa a tus músculos y también busca deshacerse de los desechos de este esfuerzo.
¿Cómo realizar una buena sesión de cardio?
Si realizas un ejercicio tan intenso que tu cuerpo no tiene tiempo de llevar nutrientes y oxígeno a las células musculares por medio de la sangre, entonces no se trata de cardio. Este ejercicio, conocido como anaeróbico es el que usa la energía que tu cuerpo tiene disponible para estos casos en las propias células musculares. Un ejemplo típico es levantar algo muy pesado. Es posible que tu respiración y pulso cardiaco se aceleren un poco (o mucho) pero después de realizar el esfuerzo.
En pocas palabras, no hay tiempo suficiente para que se acelere tu ritmo cardiaco y tu respiración. También encuentras este tipo de ejercicio si corres a toda velocidad por unos pocos segundos.
No nos referimos a este tipo de ejercicio, sino al que acelera en forma consistente tu respiración y pulso. Un buen ejemplo es correr rápido (aunque no al máximo). En pocos minutos (o segundos, si estás bien entrenado) tus pulsaciones pasarán del rango normal, alrededor de 60, a 130 ó más.
Si realizas una sesión de cardio intensa dos o tres veces por semana, lo que sucederá es que tu cuerpo se adaptará (que es lo que buscamos con el entrenamiento), y con el paso de las semanas, no podrás elevar tu ritmo cardiaco tanto como en los primeros entrenamientos.
Pero lo anterior no es a causa del sobreentrenamiento, eso es otra cosa, la razón es que tu cuerpo es más fuerte y más eficiente. Si antes, haciendo un esfuerzo muy grande podías elevar tus pulsaciones a 170 por minuto, después de algunos meses de entrenamiento no llegarás tan fácilmente este nivel y si llegas, estarías realizando un esfuerzo mucho mayor.
¿Cómo usar tus pulsaciones para mejorar tu condición física?
Si en cada entrenamiento buscas llevar tu pulso a un nivel elevado (digamos 150 pulsaciones por minuto), con cada entrenamiento estarías realizando un esfuerzo mayor, trabajando más tus músculos, mejorando tu rendimiento.
Es muy importante estar atentos a las señales de sobreentrenamiento de tu cuerpo. Si sientes cansancio excesivo, dolor muscular, irritabilidad y notas que tu rendimiento físico (en los entrenamiento y fuera de estos) baja. Descansa de uno a tres días más de lo acostumbrado. Si ésta era la causa notarás una mejoría significativamente y te sentirás mejor durante tu ejercicio.
Empuja «la línea».
En CorpoSano le llamamos línea a ese punto imaginario de máximo esfuerzo. Si buscar acercarte o «empujar» esta línea, verás un progreso significativo en tus resultados. ¿A qué nos referimos? A ese punto en el que crees que ya no puedes dar más, cuando entregas tu 100% de esfuerzo.
Es muy importante cuidar no llegar a esta «línea» si eres principiante. Sería muy fácil sufrir una lesión muscular o en tus articulaciones. Inclusive podría ser muy peligroso. Acércate a la línea después de tres meses de ir conociendo tus capacidades físicas.
El cardio es un ejercicio que te permite quemar muchas calorías durante el tiempo que lo realizas (típicamente entre 300 y mil), pero si buscas «acercarte a la línea» el efecto en tu quema de calorías total durante los siguientes días a tu entrenamiento puede ser también significativo.
Comienza con algo ligero y dirígete a la línea poco a poco.