Tipos de grasas en la alimentación
¿Suprimes las grasas de tu alimentación?
Presentado por LCN Elizabeth Hoyos Loya
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¿Suprimes las grasas de tu alimentación?
Una dieta balanceada debe aportar del 20 al 30% de su energía en forma de grasa. Las grasas sirven como fuente de energía de reserva para el cuerpo, también son encargadas de mantener la piel y cabello saludable, protegen al cuerpo para mantener una temperatura corporal adecuada, funcionan como medio de transporte de vitaminas liposolubles (ADEK) y ayudan a su absorción.
Para un deportista las grasas actúan como fuente de energía para entrenamientos o competencias muy extenuantes, ya que una restricción de las mismas en la dieta limita el rendimiento físico debido a que los depósitos de glucógeno se acaban más rápidamente, lo que conduce a una fatiga. Por el contrario, las dietas demasiado altas en grasa (como con cualquier otro alimento) conllevarán el aumento de la acumulación de grasas en el organismo.
Por lo tanto, si las grasas son muy importantes ¿Puedo consumir cualquier tipo de grasa?
La respuesta es no, ya que debido a su estructura química hay grasas que suelen ser perjudiciales para la salud, en especial si se consumen en exceso.
- Grasas insaturadas: Son las mejores tipos de grasas, ya que debido a su composición pueden ayudar a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Dentro de este grupo se encuentran los omegas, que son excelente opción para disminuir los procesos de inflamación. Este tipo de grasas predominan en: aceites de girasol, cártamo, oliva, soya, semillas como las nueces, cacahuates, almendras, pistaches y pescados.
- Grasas saturadas: Se debe de consumir en pequeña cantidad, ya que en exceso elevan el nivel de colesterol LDL («malo»), lo cual lo pone a uno en riesgo de sufrir ataque cardíaco y otros problemas de salud mayores. Se encuentran en alimentos de origen animal como: leche entera, queso, manteca, helado/mantecado, carnes rojas, crema agria y manteca de cerdo.
- Grasas trans: Son aceites vegetales que se modifican para incrementar la conservación de los alimentos procesados y el cuerpo no tiene la capacidad de digerirlos, por lo tanto suelen acumularse en nuestro organismo. Se encuentran en: comidas rápidas, refrigerios (galletas dulces, galletas saladas, etc.), productos repostería y margarina en barras.
Recuerda que puedes acudir con tu nutriólogo de confianza, él te indicara que cantidad de grasa es sano consumir para ti.
LCN Elizabeth Hoyos Loya
Nutrióloga egresada de la Universidad de Sonora
Diplomado en Nutrición Clínica.
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