3 razones por las que no estás perdiendo grasa
3 razones por las que no estás perdiendo grasa
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Llevas una dieta saludable, haces ejercicio y ¿aun así no pierdes grasa? Estas pueden ser algunas de las razones:
- Estás comiendo más de los que estás quemando. Puedes estar llevando una dieta saludable, sin embargo, no bajas tu porcentaje de grasa. Recuerda que también el comer más calorías de las que quemas puede estar evitando que no quemes grasa. Aunque comas saludable (¡que ya es un gran avance!) debes de vigilar las cantidades de alimento que consumes. Sabes que una rebanada de pizza puede tener las mismas calorías que quince nueces, pero las nueces tienen nutrientes de mejor calidad. Sin embargo, si estás comiendo de más (aunque sean alimentos naturales y saludables) tampoco perderás grasa ya que tu cuerpo nunca obtendrá energía de las reservas de grasa que tienes acumuladas. Vigila no solo la calidad de los alimentos que consumas, sino también la cantidad. También presta atención a las bebidas que tomas. Muchas veces pensamos que porque es líquido no cuenta ¿Tomas bebidas a base de té o café? o ¿Consumes agua con sabor o bebidas para deportistas? Cuida también lo que bebes.
- No estás haciendo cardio de manera correcta. Posiblemente pienses que con solo hacer ejercicio te ayudará a quemar la grasa de más. Ya moverte o practicar algo de ejercicio también es un gran avance, pero si realmente quieres ver resultados, es necesario realizar cardio de manera correcta. Los ejercicios de intervalos de alta intensidad son fabulosos para este fin, ya que no solo quemarás calorías durante el ejercicio, sino que estarás quemando durante todo el día. Si diariamente realizas una sesión de cardio de intervalos de alta intensidad, podrás lograr tu objetivo más fácil y rápidamente que si pasas una hora practicando cardio a la misma intensidad.
- Estás muy estrenado y/o no estás durmiendo lo suficiente. Descansar y dormir entre siete y ocho horas diarias es esencial para la pérdida de grasa. Tu cuerpo se recupera durante la noche y si tu le impides hacerlo (porque no duermo lo suficiente), no puede realizar sus funciones correctamente. Otro factor importante es el manejo del estrés. Un poco de estrés es necesario, nos mantiene alertas y nos ayuda a cumplir nuestro objetivo, pero cuando el estrés se vuelve crónico, el cortisol (hormona que producimos cuando estamos estresados) puede provocar que nuestro metabolismo se haga lento. Presta atención a la calidad del sueño y a tus niveles de estrés.
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