5 consejos para cuidarte al tener sexo anal
5 consejos para cuidarte al tener sexo anal
Presentado por
Prudence
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Para muchas personas el sexo anal es percibido como una práctica controvertida y dolorosa, sin embargo, lo cierto es que, para otras, esta técnica de coito puede resultar atractiva, sensual y excitante.
Los orígenes del sexo anal se remontan a la antigua Roma y está documentado por poetas de la época como Horacio. En la actualidad, datos de la Secretaría de Salud reflejan que, aproximadamente, el 40% de las parejas heterosexuales lo han intentado al menos una vez y que entre el 10% y el 20% de las parejas lo practican con regularidad.
A favor o en contra, esta oposición de puntos de vista puede ser desconcertante y es posible que sientas curiosidad por intentarlo. Si, en conjunto con tu pareja, han acordado experimentar el sexo anal, Ana Verde, sexóloga de Prudence, te brinda los siguientes 5 consejos:
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Utilicen lubricante. Úntalo sobre tus dedos ya sea el medio y anular o el medio y el índice, aplícalo en la zona anal y masajea sin introducir los dedos. Si lo prefieres, para una mejor higiene, utiliza un guante de látex durante esta actividad.
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Asegúrense de estar listos los dos. Antes de iniciar la acción pregunta a tu pareja si está convencida. Si ya están listos, inicia la penetración procurando hacerla de manera lenta y cariñosa, verifica que el área esté constantemente lubricada. Recuerda que cualquier tipo de relación con tu pareja debe ser consensuada y nunca debe ser forzada.
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No olviden el toqueteo previo. Estas acciones son las que los harán entrar en confianza y los relajarán para que la penetración no sea dolorosa, toma en cuenta que el ano toma tiempo en dilatarse, así que tómenselo con calma.
Otra opción es relajar el esfínter con la lengua. Coloca lubricante y sobre un dique de latex juega con tu lengua. Esto es lo que se conoce como beso negro o rimming (el uso de un lubricante de sabor puede ser una buena idea).
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Utilicen condón. Las infecciones de transmisión sexual como el VIH se pueden contagiar a través del ano ya que su mucosa es frágil y sensible. Procura que el condón esté bien lubricado, para lograrlo puedes agregarle lubricante a base de agua.
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¡Siéntanlo! Relaja tu zona pélvica, incluso antes de que entre puja un poco y disfruta la sensación, hay dos anillos musculares por pasar y cada uno debe ser tratado con cuidado, una vez dentro pueden moverse poco a poco hasta que sientan que pueden aumentar la intensidad. Cuando estén en este punto ¡prepárense para alcanzar el orgasmo!
Recuerda que con una buena experiencia y acercamiento erótico puedes mejorar la vida sexual con tu pareja o cómplice sexual. Al decidir que quieren experimentar esta práctica, los dos deben de estar totalmente de acuerdo.
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