5 excusas para no ejercitarte y cómo superarlas

5 excusas para no ejercitarte y cómo superarlas

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A pesar de las recomendaciones de nuestro médico, amigos, familiares, pareja, etc., que debemos ejercitarnos, que es bueno para nuestra salud, siempre encontramos muy buenos pretextos para no hacerlo. Al final, somos nosotros mismos los únicos que podemos cambiar.

Las excusas y pretextos solo existen en nuestra mente, están tan interiorizadas que hasta nosotros mismos nos las llegamos a creer. Es por eso que necesitamos unas estrategias que nos permitan superar cualquier excusa que nos pongamos. Puedes utilizar estas herramientas, no solo para comenzar a ejercitarte, sino para cualquier otra cosa que quieras lograr y tu mente esté necia en hacer todo lo contrario.

  1. No tengo tiempo. ¿Te has puesto a pensar por qué muchas personas logran hacer miles de cosas y organizarse perfectamente? ¿Disponen de más de 24 horas? La realidad es que no. Todos disponemos de 24 horas, ni más ni menos. Aprender a utilizar de manera eficiente tu tiempo es una habilidad que todos deberíamos aprender, seríamos más productivos. Primero tienes que realizar una lista de todas las actividades que realizas y colocar a un lado el tiempo que le dedicas a cada una de ellas. ¿Puedes delegar alguna de esas actividades, dejar de hacer otras? Solo es cuestión de prioridades y el ejercitarte debe de ser una de ellas (por tu bien y el de tu familia). Si no tienes tiempo de asistir a un gimnasio o a un parque, busca realizar alguna rutina desde tu casa. ¡Seguro que 30 minutos libres al día sí tienes!
  2. Me siento muy cansad@.  Esta excusa parece válida, ¿no? Si ya te sientes casando, ¡cómo tendrás energía para ejercitarte! Todos nos llegamos a sentirnos cansados y más si vives en una ciudad en donde los tiempos de traslado complican más las cosas. Sin embargo, está comprobado que el ejercicio te dará más energía, solo tienes que darle una oportunidad. No tienes que comenzar una rutina extenuante, puedes ir progresando poco a poco. Un consejo es que realices una pequeña rutina en la mañana, no más de 30 minutos. Te sentirás con más energía y rendirás mejor durante el día.
  3. No tengo dinero. Muy común y también válida para muchos. Es un pretexto que lo aplicamos a muchas esferas de nuestra vida y no nos damos cuenta que lo mejor de la vida es gratis. ¿En donde vives los parques son gratuitos? ¿Las calles son libres? No necesitas más, puedes salir a caminar o a correr a un parque o bien, hacerlo desde tu casa.
  4. El gimnasio no es para mi. No tienes que ir a una gimnasio para ejercitarte. Puedes ir integrando a tu vida un poco más de actividad (subir las escaleras en lugar de usar el elevador). También puedes tomar clases de baile, andar en bicicleta, jugar futbol, en fin, la lista es interminable. El objetivo es moverse un poco más, tu cuerpo y tu mente harán el resto.
  5. No estás en forma para ejercitarte. Sabemos que es difícil comenzar algo, los principios nunca han sido fáciles, requiere de una fuerza especial para romper el hábito. Hacer ejercicio con sobrepeso, obesidad o cuando no es tu costumbre moverte, requiere de un esfuerzo especial. No te pedimos que corras un maratón la primera semana que comienzas a ejercitarte, es precisamente ese tipo de mentalidad lo que ocasiona que muchas personas abandonen el ejercicio. Comienza con pasos pequeños, dos minutos de caminata es mejor que nada. Comienza con algo que parezca ridículo y progresivamente ve agregando minutos. Este consejo aplica a todo lo que hagas. Comienza con pasos pequeños. El camino te será más fácil.

 

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