Aeróbicos vs pesas ¿Qué quema más grasa?
Aeróbicos vs pesas ¿Qué quema más grasa?
Primero, debemos de aclarar que la diferencia entre la energía que «consumimos» a través de la alimentación y la que «quemamos» a través de nuestra actividad física es lo que hace que subamos o bajemos de peso. O, mejor dicho, que almacenemos o «quememos» grasa corporal. Los procesos son muy complejos, pero para fines prácticos, lo anterior es lo que debemos tener en cuenta.
Si deseamos perder grasa (disminuir nuestro porcentaje de grasa), cualquier actividad física adicional es útil. Sin embargo, existen ejercicios más eficientes que otros cuando de gastar calorías se trata.
Por mucho tiempo, se aceptaba en forma general que el ejercicio aeróbico o cardiovascular (de baja intensidad que acelera la respiración y el ritmo cardiaco) era lo mejor para quemar calorías, ya que podemos realizar muchos minutos (u horas) de este tipo de ejercicio. El mito se extendió y fortaleció cuando los aparatos en los gimnasios y las casas empezaron a tener medidores de la frecuencia cardiaca y estos indicaban que un aumento moderado en el ritmo cardiaco era la «zona» para quemar grasa. Esta idea se fortalece aún más cuando vemos que en una hora podemos quemar cientos de calorías según los medidores digitales de este tipo de equipo.
La verdad es que las calorías que se «queman» durante el ejercicio, son menos que las que quemamos después de nuestro entrenamiento. La clave para acelerar el metabolismo es realmente dar señales a nuestro cuerpo de que use más energía. pero ¿cómo hacemos esto?
La respuesta es simple: ejercicio intenso que requiera que nuestro cuerpo se adapte a una demanda física mayor. Dos ejercicios que son mucho más eficientes que el ejercicio aeróbico son los entrenamientos de intervalos de alta intensidad, como el método Tabata, y, desde luego, el entrenamiento de resistencia (pesas) también de alta intensidad.
Las calorías que requiere nuestro cuerpo para acondicionarse para enfrentar los retos físicos a los que lo sometimos durante el entrenamiento aumentarán el ritmo al que «quemas» energía (grasa) de manera sostenida durante varios días.
El ejercicio aeróbico entrena a tu corazón, y ayuda a que tu cuerpo aprenda a usar más eficientemente el oxígeno y la glucosa en sangre y el ejercicio de resistencia (pesas) entrena tus músculos, tendones y huesos. Es obvio que todos los tipos de entrenamiento tienen sus beneficios y vale la pena combinarlos. Pero, si de quemar grasa se trata, la intensidad en tu entrenamiento está de tu lado.