Ayuno intermitente y dieta cetogénica ¿por qué funcionan para perder grasa?
El ayuno intermitente y la dieta cetogénica son dos herramientas que ya están usando millones de personas en todo el mundo para mejorar su salud y perder grasa corporal.
¿Por qué funciona el ayuno intermitente?
La grasa corporal se pierde porque el cuerpo la usa como fuente de energía cuando no hemos comido por algunas horas y las reservas de glucosa, glucógeno hepático y muscular se están agotando. La grasa en el cuerpo tiene muchas funciones, pero ser un almacén de energía es una de las principales.
Cuando comemos, se absorbe la glucosa por medio de las paredes intestinales. Al elevarse la glucosa sanguínea se elevan los niveles de la hormona llamada insulina, que es la que baja los niveles de glucosa en la sangre, ayudando a la glucosa a llegar a las células que la necesitan.
Cuando hay insulina presente en la sangre (después de cada comida) se interrumpe completamente la utilización de grasas, el cuerpo hace todo lo contrario, almacena cualquier exceso de energía (provenientes de cualquiera de los macronutrientes: proteínas, hidratos de carbono y grasas).
Cuando la insulina no se produce, se revierte el proceso y el cuerpo usa otra hormona: glucagón, para metaforizar las grasas y usarlas como energía
¡Mucha gente practica el ayuno intermitente y no lo sabe! ¿Quienes? Aquellos que no desayunan o lo hacen varias horas después de despertar. Para muchas personas es normal no tener hambre en la mañana. El desayuno es un hábito.
Al extender el periodo natural de ayuno durante la noche nuestro cuerpo tiene la oportunidad de seguir usando las reservas de grasa como fuente de energía. Es un mito que se pierda la masa muscular si no comemos. El cuerpo sigue secretando hormona de crecimiento y testosterona para proteger la masa muscular y nos mantiene en un estado de alerta que ha servido a nuestra especie para conseguir alimento.
¿Por qué funciona la dieta cetogénica?
La dieta cetogénica consiste en alimentarnos principalmente de grasas y proteínas. O, visto de otra forma, eliminamos los hidratos de carbono (carbohidratos). De esta forma el cuerpo se ve forzado a usar las cetonas que se producen al metaforizar las grasas. Este proceso ocurre en forma natural cada noche en las personas que no comen en exceso. Cuando el balance energético es negativo, el cuerpo usa las reservas de grasa.
El ayuno intermitente y la dieta cetogénica pueden trabajar en conjunto ya que la idea central es que el cuerpo use las cetonas como fuente de energía y se acostumbre. Incluso el cuerpo produce sus propios glúcidos (para el funcionamiento del sistema nervioso), a partir de éstas.
Tanto el ayuno intermitente, como la dieta cetogénica deben iniciarse con cuidado, especialmente de darle al cuerpo los nutrientes necesarios para minimizar los efectos secundarios que son transitorios (usualmente no duran más de una semana, en muchos casos mucho menos).
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