Duchas frías

Duchas frías

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Tomar una ducha con agua fría es algo que, de sólo pensarlo, podría causar incomodidad y repulsión a algunas personas. Sin embargo, hacerlo, trae muchos beneficios a la salud y a tu estado de ánimo.

Algunos de los beneficios:

• Reducen tus niveles de estrés. Es cierto, una ducha con agua fría produce estrés en el cuerpo y la mente. Después de una, tus niveles serán menores.
• Aumentan tu nivel de atención. Después del agua fría notarás que estás más despierto y más alerta. Curiosamente, también te sentirás más seguro de ti mismo y más relajado emocionalmente.
• Reducen el dolor. Las hormonas que se secretan por efecto del agua fría reducirán el dolor.
• Mejorarán tu pelo y tus uñas. El agua fría te ayuda a no perder los aceites naturales que los protegen, en contraste con el agua caliente, que provoca resequedad.
• Mejoran tu circulación. La elasticidad de los vasos sanguíneos es fundamental para mantener una circulación saludable. El agua fría provoca que los vasos se dilaten y contraigan para regular la temperatura. Es como un entrenamiento para las paredes vasculares.
• Refuerzan tu fuerza de voluntad, te darán más confianza en tu capacidad de hacer lo que tienes que hacer aunque no tengas ganas de hacerlo.
• Ayudan a aliviar la depresión emocional.
• Aumentan tus niveles de testosterona y contribuyen a mejorar la fertilidad.

¿Cómo comenzar si nunca lo has hecho? Es muy sencillo. Sólo sigue estos pasos:

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