Errores comunes al comenzar a hacer ejercicio

Errores comunes al comenzar a hacer ejercicio

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Ejercitarte es uno de los mejores regalos que le puedes hacer a tu cuerpo. Después de millones de años de evolución, nuestro cuerpo está preparado para la actividad física intensa. El ser humano, en particular, destaca como un gran corredor de largas distancias.

Si comienzas a ejercitarte regularmente o tienes la intención de hacerlo es bueno que conozcas los principales errores que puedes cometer y que podrían afectar los resultados que esperas.

Ejercitarte en exceso. Probablemente uno de los errores más comunes. Si el ejercicio no es parte de tu rutina diaria es my fácil que sobreestimes tu capacidad real. La mente es poderosa y si estás motivado (de manera interna o externa) podrías realizar una sesión de ejercicio de dos horas que te dejará exhausto, adolorido y hasta lesionado.

Nuestra recomendación: al principio, más vale hacer menos que más. Comienza con cinco o diez minutos, entrena con baja intensidad. Al principio, tus metas deben ser desarrollar el hábito del ejercicio y conocer tu cuerpo. Durante las siguientes semanas podrás explorar la intensidad adecuada para obtener mejoras.

Avanzar muy rápido. Después de unos días haciendo ejercicio y, si lo hiciste correctamente (ver el punto anterior). Te sentirás motivado para aumentar la intensidad y la duración. La confianza excesiva podría provocarte una lesión.

Nuestra recomendación: Al igual que en el primer punto. Más vale avanzar lentamente que provocarte una lesión o sobreentrenarte. Si bien verás mejores resultados si te ejercitas con intensidad, una lesión podría retrasar tu progreso varias semanas o incluso meses.

Desanimarse. La pérdida de grasa y el aumento de masa muscular, que son dos objetivos fundamentales del acondicionamiento físico, son procesos lentos. Sí, te sentirás mejor durante las primeras semanas y tu progreso será notable a los pocos meses, pero ten siempre en mente que los resultados que deseas llegarán con la constancia y la persistencia. Si esperas resultados fáciles y rápidos lo único que obtendrás será frustración y dejarás tus esfuerzos.

Nuestra recomendación: Tarde o temprano sentirás la tentación. Recuerda que el tiempo pasará de cualquier forma, te ejercites o no. Así que nunca te desanimes y cuida tus hábitos aunque te den resultados lentamente. Recuerda que el progreso se va sumando y aunque pierdas poca grasa en un mes o ganes poco músculo, después de un año la diferencia será visible.

Confiarse. Una vez que alcanzas resultados en tu transformación corporal, es muy tentador premiarte con unas pequeñas «vacaciones» y descansar de tus entrenamientos por unos días. La alimentación es muy importante, también. Si comienzas a deshacer los buenos hábitos que habías desarrollado estarás alterando la dirección de tu progreso. Lentamente podrías estar alejándote de lo que querías hasta que ya no sepas qué sucedió. El proceso es igualmente lento, pero seguro.

Nuestra recomendación: No confundas un descanso de una semana con un retiro permanente del ejercicio. Fija el número de días que descansarás antes de regresar con más energía a los hábitos que te llevaron a donde tú querías estar. No confundas comer tu comida favorita (aunque no sea la más saludable) con incorporar a tu dieta alimentos dañinos y convertir su consumo en un hábito.

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