Mi historia nació de un principio básico, «Obedece tu corazón». Mario Ibarra, mi historia en el fitness

junio 11, 2018 Revista CorpoSano Mi historia en el fitness

Mi historia en el fitness: Mario Ibarra

En esta sección “Mi Historia en el Fitness” podrás conocer más de las personas que con su trabajo, constancia, dedicación y esfuerzo han cambiado su vida y han inspirado a millones a llevar una vida mejor.

Mi historia en el fitness: Mario Ibarra

Hola, mi nombre es Mario Ibarra, tengo 26 años, y soy de Monterrey, Nuevo León, México.

Hace algunos años, a la par de mis estudios de mercadotecnia, ME OBSESIONÉ con todo lo relacionado al entrenamiento con pesas, tratando de encontrar la panacea o la fórmula mágica para lograr un «cuerpo Instagram».

Esa obsesión me llevó a ocupar gran parte de mi tiempo a buscar información científica confiable, ver videos, y leer los libros de los más grandes gurús del fitness y de sus grandes influencias, para así aprender de ellos y formar mis propios juicios. Conforme pasaba el tiempo, fui perfeccionando mi técnica en cada ejercicio, aprendí de bioquímica, de metabolismo, prevención de lesiones, la importancia de una mente fuerte, suplementación eficiente, y la distribución adecuada de macronutrientes, entre muchas otras cosas.

Una vez graduado, por azares del destino comencé a trabajar como asesor de ventas en el gimnasio al que iba a entrenar. Al irme adaptando al ritmo de trabajo, conocí mucha gente, entre ellos usuarios del gimnasio que tenían meses o años yendo, así como nuevos usuarios que iban a entrenar por primera vez. Hablando con ellos, resultaba que la mayoría, no sabía exactamente cómo comer y cómo entrenar, iban sin rumbo fijo, sin metas, y sin procedimientos claros.

Ante esta situación, decidí ayudar a los que veía con mejor actitud y con algo de conocimiento previo de ejercicio de pesas, pero existía un problema algo grande… el tiempo que le dedicaba a ayudar a las personas hizo que le prestara menos atención a las funciones para las que realmente había sido contratado: vender; por lo que recibí un llamado de atención por parte de la gerencia para que dejara de ayudarlos y dedicara todo mi tiempo a tratar de vender más. En contra de mi voluntad, tuve que acceder a la petición y me alejé de la gente, pero no tardaron mucho en pedirme ayuda de nuevo porque aquellos «consejillos» les estaban dando resultados, y yo, frustrado por tener que negarles la ayuda, empezaba a dudar que aquel trabajo era para mí.

Bastaron unos días después de aquella situación, para darme cuenta que el ejercicio era mi pasión y que quería contagiar a todos los de mi alrededor para que, si decidían comenzar, lo hicieran con un rumbo fijo y metas claras, razón por la cual decidí comenzar este camino y renuncié al trabajo como asesor de ventas. Pero sabía que para que los demás confiaran plenamente en mí, tenía que poner el ejemplo, así que decidí interrumpir mi etapa de ganancia de peso para entrar en una fase de definición y mostrar lo que a todos les gusta ver: abdominales súper definidos y un cuerpo muy «marcado».

Mi proceso de definición duró 12 semanas. Una vez que publiqué mis resultados en mi Facebook personal, obtuve más likes, comentarios, e inbox que nunca en mi vida. Comenzaron a hablarme personas con las que no había hablado hacía meses o años, incluso amigos de mis amigos y gente de otras ciudades de México. Me di cuenta que mis amigos y conocidos se habían contagiado debido a mis resultados, y que si podía provocar eso en un grupo pequeño de personas, sin duda lo podría hacer también con miles de personas más.

Y fue así como comenzó mi historia; una historia que nació de un principio básico que siempre comparto con todos, y ahora contigo: OBEDECE A TU CORAZÓN.

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