¡No confundas la sed con el hambre!
Nuestro cuerpo tiene muchas formas de avisarnos cuando necesita algo. El hambre y la sed son una forma de hacernos conscientes de que nos faltan nutrimentos. Pero hay que tener mucho cuidado porque estas señales se pueden confundir. Para que nuestro cuerpo funcione como debe ser, debe estar correctamente hidratado, y esto significa beber entre dos y cuatro litros de agua durante el día (la cantidad depende de nuestro peso, nivel de actividad y la temperatura del ambiente, entre otros factores).
La deshidratación, puede parecer un problema menor, porque a menos de que sea severa no pone en riesgo nuestra vida. Sin embargo, una ligera deshidratación es suficiente para que nuestro cuerpo no pueda realizar sus funciones en forma óptima. Al faltarle agua a nuestro cuerpo se presentan síntomas como cansancio, falta de concentración y disminución en la velocidad de reparación de los tejidos. Es más, el malestar que produce no tomar suficiente agua puede confundirse con hambre, ya que el sistema de recompensas de nuestro cerebro está pidiendo una acción que satisfaga sus necesidades.
Si tu objetivo es perder grasa corporal saludablemente, debes hidratarte lo mejor que puedas. Un indicador es el color de la orina, si ésta no es clara, puede ser una señal de que tu cuerpo podría necesitar más líquido.
Ten cuidado con las bebidas con efectos diuréticos como el café, el té negro y el verde, contienen sustancias que inhiben la sensación de sed y te ayudan a eliminar agua que tu cuerpo necesitas. Un buen consejo es tomar por lo menos tres vasos de agua por cada tasa de café.
¿Qué consejo le darías a alguien para que tome suficiente agua? (Deja un comentario abajo con tu respuesta).
PUBLICIDAD (Da click en la imagen)