Que la flojera no te venza

Cuando no queremos hacer algo que «tenemos» que hacer hay una o varias razones. Obviamente existen motivos para hacer lo que sabemos que es correcto hacer, pero esa fuerza «extraña» que llamamos flojera se interpone. ¿Qué es realmente? ¿Qué se esconde detrás de lo que llamamos flojera?

Puede haber muchas razones para no hacer lo que sabemos que debemos hacer. Pero hay que empezar por entender que la verdadera razón por la que no cuplimos con un deber es porque vemos más ventajas a no hacerlo.

Pero ¿traerá consecuencias después? Ya sabemos que sí. Pero existe un fenómeno psicológico que consiste en que vemos más pequeñas las consecuencias a largo plazo. Es como ver a una persona que está muy lejos, se ve muy pequeña.

Lo mismo sucede con las consecuencias a corto plazo, las vemos más grandes. Para convencernos de hacer algo que sabemos que es mejor en el largo plazo conviene ver las consecuencias y magnificarlas. Moverlas del futuro al presente y «sentir» las consecuencias.

Por ejemplo: sabes que ir al gimnasio es congruente con tus objetivos y sientes «flojera». Piensa que lo que está sucediendo es que estás dando más valor a los beneficios a corto plazo. El truco para vencer la flojera e ir por tus objetivos es acercar lo que está en el futuro.