Un cambio pequeño que puedes hacer para comenzar a bajar de peso

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Un ejemplo sencillo es el postre. Si terminas tus comidas con una golosina o dulce con muchas calorías, poca fibra y poco valor nutricional. Cámbialo por tu fruta preferida. Prepárala a tu gusto con miel, nueces, canela y otros condimentos naturales.

Te sorprenderá el efecto que tiene este pequeño cambio después de una semana. Si te gustan las matemáticas podrás ver la enorme cantidad de calorías que te has «ahorrado» y también te sentirás mucho mejor y más satisfecho porque tu cuerpo estará mejor alimentado. El resultado es que tendrás menos hambre.

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